Mustapha descubrió su apasionada devoción por la cultura y la lengua bereber entre las majestuosas dunas de Erg Chebbi, ubicadas en la aldea de Merzouga, Marruecos. Allí, vivió una infancia nómada junto a sus padres, recorriendo el desierto con su familia y los camellos que poseían, teniendo una humilde carpa como único hogar.
Impulsado por su profundo amor por su patrimonio cultural y el estilo de vida nómada, Mustapha se dedicó a educar e informar al público en general sobre esta forma de vida tan poco conocida. A través de esto, descubrió verdaderamente las maravillas de su país:
la enigmática cultura oculta, la cálida hospitalidad de su gente, los impresionantes contrastes geográficos y las ricas leyendas que impregnan cada rincón de Marruecos. En este país, la intuición y el conocimiento son pilares fundamentales, en una tierra que ofrece una variada gama de experiencias para aquellos que la exploran con Viajes Todo Marruecos.